jueves, 29 de enero de 2009

ALFILERES EN EL MICRO

Estoy viajando en la 23 desde el centro hacia San Borja cuando sube el enésimo vendedor de penas a convencernos con sus palabras y su arte para que le demos dinero. Éste es un tipo con cara de maleante venido a menos que saca unos alfileres y se los empieza a clavar en el cuerpo mientras nos cuenta que ése es un arte que aprendió en la cárcel. Cuando ya se ha clavado como 8 alfileres y se va incrustar otro en la nariz, de pronto (como es normal) el chofer pisa el freno en seco y todos nos vamos hacia delante, cuando hubo vuelto la calma (y nuestros estómagos a sus lugares) notamos algo que nos llena de asco y horror: al tipo se le ha clavado el alfiler en un ojo y ahora da alaridos quejumbrosos y se llena de sangre la cara mientras nadie atina hacer nada menos yo que trato de fingir que no he visto nada mientras vuelvo la vista sobre mi libro y mis oídos al reproductor pero los gritos del tipo son cada vez más fuertes y no puedo disimular más hasta que un tipo le dice al chofer que se detenga porque hay que auxiliar al pobre personaje pero el chofer no se detiene a pesar de que la protesta ya es generalizada y cuando me voy a sumar al coro de reclamos veo que mi paradero es el siguiente y levantando bien las piernas para no pisarlo (ni mancharme de sangre), aviso que voy a bajar y apenas pongo pies en tierra firme siento que me he sacado un gran peso de encima: por la confusión del accidente no me han cobrado el pasaje.

2 comentarios:

Cristina G. dijo...

wow!
q fuerte debe haber sido eso!
:S lo máximo q me ha pasado en un micro es caerme al subir.. jajaja

beso!

azabache dijo...

asu qe jarkor :s

bueno, por lo menos sabemos qe esos alfileres funcionan (cruelsísimo intento de chiste); pero pobre hombre, clavarse alfileres al cuerpo sin saber si estos estan siqiera desinfectados.

Clamo ayuda, ministro de salud dónde está ?