sábado, 22 de agosto de 2009

HAPPY FATHER’S DAY

El tipo nos había echado la noche anterior del cine. Nos humilló delante de nuestras chicas, a tres pasos del cine cruzamos miradas y sin decirnos nada, sellamos nuestra promesa de pronta venganza. Estábamos seguro que nos envidiaba, envidiaba nuestras vidas, nuestras chicas, al fin nosotros no teníamos que trabajar, levantarnos temprano o cualquier otra obligación. Nuestra vida consistía en drogarnos, tener sexo, jugar fútbol, emborracharnos y dormir hasta el mediodía. Nuestra vida era el paraíso, en cambio la de él.

-¿Estás seguro de hacerlo?
-Claro, tenemos que cargarnos a la mierda esa.
-Tienes razón, de paso le hacemos un favor al mundo, lo libramos de un perdedor.
-Lógico, ¿Puede haber algo más perdedor que un guardián de cine? su trabajo consiste en revisar si la gente está metiendo papitas o alguna bebida al cine, que humillante, creo que también le haremos el favor a él, lo libraremos de su horrible existencia.
-Si, hay que matarlo, al final nadie extraña a gente como esa, nadie echa de menos a los perdedores, ni en su trabajo se darán cuenta de su ausencia.
-Seguro, ni amigos debe tener, de niño tenía amigos imaginarios y éstos seguro ni le hablaban.
-Perdedor por dónde se le mire.


Llegamos unos diez minutos antes que termine la última función, nos agazapamos en una banca que está debajo de un árbol. Encendimos un porro y nos dedicamos a observar a toda la fauna que invade la ciudad apenas sus mediocres habitantes se van a dormir: putas, pirañas, rateros, vagos, traficantes, policías, ratas, perros, gatos. Cuando lo vimos aparecer, saqué la pistola y la revisé por última vez, estaba demasiado fría, helada, brillante, reluciente, lustrosa, lista para hacer justicia. Cuando el tipo estaba a unos pasos de nosotros, nos incorporamos y le apunté directo a la cara, el tipo palideció, nos reconoció y se quiso disculpar, darnos una explicación. Nos dijo que era padre de familia, que dos niños lo esperaban para celebrar mañana el día del padre o al menos eso creo que nos quiso decir porque no lo dejé terminar de hablar y le descerrajé un tiro en plena cara y cayó al piso como lo que era, una bolsa de basura. ¿Nunca han pasado por un edificio y alguien ha arrojado una bolsa de basura? ese mismo sonido que hace ésta al caer, fue el sonido del tipo al darse contra el piso, un sonido muerto, un sonido que a nadie le importa.

Nos acercamos a mirarlo, el tiro le había entrado justo por el ojo izquierdo, le salía humo de las orejas, lo movimos con el pie para ver si aún vivía, pero estaba muerto, bien muerto, tan muerto como siempre. Me agaché y le dije "Feliz día del padre, malnacido, perdedor", soplé el cañón de la pistola, la giré en el aire (como tantas veces lo había visto hacer en el cine) y la enfundé de nuevo. Unas ratas se acercaron a olisquearlo. Encendimos otro porro y nos despedimos unas calles más allá, al día siguiente era Día del padre y teníamos que ir a descansar temprano.

3 comentarios:

Unknown dijo...

se agradece el elogio a la bosta en el 1/4 restante :P

que tal mucho gusto
que fuertes tus relatos che
que bien definidos los perfiles

ツ Fresita ツ dijo...

Buu!! ste post no me gusto x_X

Aqui se te sale lo malo ;X

Jimmy dijo...

Yo quiero ser malo :-D