jueves, 16 de julio de 2009

OJOS QUE NO VEN

Hoy me ha tocado trabajar de noche. Luego de una pesada siesta, me levanto, doy un baño y salgo rumbo al paradero. No tarda mucho en llegar el carro, me subo y apoltrono en un asiento, prendo el mp3, cierro los ojos y decido olvidarme de todo. Cuando se produce un pequeño silencio mientras pasa de una canción a otra, siento una voz rara, quejumbrosa. Pongo pausa para escuchar mejor pero no logro captarlo bien, la curiosidad me vence y decido abrir los ojos: es un ciego dando un discurso más triste que un lunes por la mañana, de pronto parece que "me mira" y siento un tanto de verguenza así que desvío la mirada.

Luego de terminar con su discurso lastimero no parece convencer a nadie (cuando pasa por el dinero –irónicamente- todos fingen no verlo), nos da la espalda y resignado decide bajar sin quejarse de nada, incluso casi tropieza con un maletín que algún distraído no retiró del camino.

Por alguna inexplicable razón (como casi todo en mi vida) decido llamarlo para darle unas monedas, el tipo voltea, esquiva el maletín (y yo lo admiro por esa buena memoria, yo con mis dos ojos en funcionamiento seguramente me volvía a tropezar con el maletín) y se acerca a mí estirando su brazo, yo le pregunto cómo es que sabe fui yo el que lo llamó. Detiene su brazo y lo lleva hacia su cara, se despoja de sus lentes oscuros y me mira (ahora si de verdad) y me dice "misio de mierda, tanto tienes que preguntar para dar unas cochinas monedas", atrás mío una vieja grita "milagro, le ha vuelto la visión, yo sabía que mi San Judas Tadeo no tenía causas imposibles" y un señor que está a su lado y parece ser su esposo la grita: "calla vieja cojuda, no te das cuenta que es un estafador, deja de joder con tus santos o en todo caso pídeles que te lleven con ellos". Toda la gente estalla en risa, vuelvo a ponerme los audífonos y a cerrar los ojos mientras juro no abrirlos hasta llegar a mi destino.

6 comentarios:

Polanesa dijo...

Me pregunto vergüenza de quién sentimos cuando desvíamos una mirada.

Más allá de que se trate de un estafador o no, siento mucha más vergüenza cuando desvío la mirada, que cuando no lo hago.

Saludos!

Un chico de Lima dijo...

que cagada....

pues a veces pasa así, los estafadores rondan por la ciudad por montones!

Unknown dijo...

A veces es bueno no ver ciertas cosas, cerrar los ojos y entregarse a la música..al menos cuando viajas en los micros de Lima...se ve cada cosa!!

besitos,

ツ Fresita ツ dijo...

Jimmy!!!!!!!! ya veeeeees!!!!!!!! si caisteeeeeeeeee!!!!!! jajajajaa
a que no? xD

jaja

Jimmy dijo...

Es que soy muy ingenuo.

¿De que estas Hecho? dijo...

jajajaa

Todo lo que pasa
por curiosO°

jajaa