jueves, 14 de agosto de 2008

EL COLCHON

Necesito un colchón nuevo, anoche dormí muy mal, cuando me levanté, me quede mirando el que tengo y lo vi realimente trajinado, así que inmediatamente decido comprar uno, lo haré esta misma noche apenas salga del trabajo.

Llega la noche y me dirijo a la tienda, es una nueva y enorme, me siento extraviado en medio de toda esa gente que parece vivir en estado de compra constante, con la mirada trato de ubicar alguien que me ayude, cuando alcanzo a ver una chica que trabaja ahí siento la misma satisfacción que tenia al ver a mi madre cuando era niño y me "perdía" en una tienda, le pregunto por los colchones, ella me lleva amablemente hasta esa sección, me muestra una gran variedad de los mismos, incluso bromea: -Si quieres los probamos, yo sonrío, ella me convence, acepto uno, es caro, pero no puedo escatimar dinero frente a una chica tan amable.

Luego de los trámites respectivos le pido que por favor me lo lleven hacia afuera mientras consigo una movilidad que me lleve hasta mi casa con mi nueva adquisición, pero la chica me dice que no me preocupe, que si firmo un par de papeles ellos me lo llevan a mi casa inmediatamente, que vaya y espere, que con un poco de suerte hasta quizás me arropen y me cuenten un cuento para que me duerma tranquilo. Le agradezco y me voy tranquilo. Siento que he hecho un buen negocio.

Lo primero que hago en llegar a casa es buscar un par de chicos y ofrecerles unos billetes a cambio se deshagan del viejo colchón, aceptan gustosos, no se tardan mucho en cumplir con el encargo. Ahora veo mi cama vacía, parece desnuda, enciendo un cigarro y me siento a esperar la llegada del transporte de la tienda.

Transcurrida una hora no ha llegado nada, llamo a la tienda, me contesta una máquina, la tienda ya cerró, me siento estafado, maldigo mi suerte, pienso "que mierda, dormiré y mañana a primera hora iré a quejarme", voy a mi cuarto y noto, lo había olvidado, que ya me he deshecho del viejo colchón. Me aterro, no tengo donde dormir esta noche.

Me siento asaltado en mi propia casa, me recuesto en el sofá, pero es muy corto, me echo sobre la alfombra pero el suelo es muy duro, trato de dormir sentado en una silla pero es más jodido aún. Me siento en el balcón a fumar, cuando reacciono ya es de día, he dormido toda la noche allí, doblado, me duelen los huesos, la furia me envuelve, me doy una ducha y me dirijo a la tienda.

Cuando llego busco la chica que me atendió, me saluda con su sonrisa fingida, le reclamo, que cómo es posible, se muestra sorprendida, me dice que no sabía nada, que le de un minuto, verá qué sucedió, obviamente no se tarda uno, se tarda quince. Estoy más furioso ahora, me explica que hubo un problema con el camión de reparto, que no me preocupe, esta misma noche tendré mi nuevo colchón y como manera de disculparse me ofrece una lámpara, acepto, me voy con mi nuevo regalo, espero la noche.

Como era de esperarse no llega nada, llamo antes que cierre la tienda, me dicen que la movilidad fue asaltada, mañana en la mañana estará ahí de todas maneras, que tenga paciencia. Paciencia mi culo, si mañana no está en mi casa me devuelven mi dinero, me dicen que bien, así será. Esta noche duermo en la bañera.

Han transcurrido cuatro días, he dormido en los lugares más inverosímiles de mi casa: Las escaleras, sobre la mesa de la cocina, en el pasadizo. Todas las noches la paso pésimo, en el trabajo me va muy mal, se burlan de mis ojeras, se quejan de mis tardanzas. He tramado un plan. Llego a mi casa, lleno algunas cosas en una maleta, tomo un taxi y me dirijo a la tienda.

Cuando llego voy directamente hacía los colchones, abro mi maleta, saco mi pijama y me lo pongo delante de toda la gente que anda por ahí, me miran sorprendidos, murmuran: "Es un loco", "es una estrategia publicitaria", "es un despedido que se está quejando ante el abuso", me echo en la cama, me estiro, retozo y saco un libro. Se acerca la vendedora:

-No puede acostarse usted acá.
-¿Por qué no?
-Porque son colchones de la tienda.
-Se equivoca usted, este colchón es mío, yo lo pagué, acá tiene la factura.


Ella la mira, la lee, la pone de costado, la voltea como queriendo encontrar una explicación.

-Llamaré a seguridad.
-Perfecto, digales que por favor me traigan un refresco en el camino.

Llama por un radio, se escucha la estática, al instante vienen dos tipos de seguridad, me miran asombrados y no saben qué hacer. Me piden que salga del colchón, quieren sacarme a la fuerza pero no pueden: Ya hay mucha gente alrededor de nosotros observándonos, se desconciertan. Me dicen que me vaya, mañana estará mi colchón a primera hora, los miro, no les contesto, meto la mano debajo de mi pijama, me rasco, eructo y sigo leyendo.

Al rato llega un tipo mucho menor que yo, está vestido con un elegante traje, se abre paso entre la gente, me mira asombrado, se identifica y me interroga:

-Buenas noches señor, soy el gerente de ventas ¿en qué lo podemos servir?
-Bueno si, me puede apagar la luz y despejar un poco la gente, no puedo dormir con tanto público alrededor...
-Me refería a cuál es su problema.
-Mi problema es que hace una puta semana compré un puto colchón y la vendedora con sonrisa de puta me dijo que me llevarían mi puto colchón esa misma puta noche, espere toda esa puta noche parado como puta sin clientes y nunca llego nada, así tengo una semana, y como no puedo dormir en ningún puto lugar y mi colchón no llega nunca, pues decidí venir yo por el puto colchón a esta puta tienda.

Ahora la gente ríe, incluso algunos aplauden, el tipo se siente abochornado, hace un gesto como si examinara dentro de su mente el manual del perfectogerentejoven, pero parece que nunca le explicaron qué hacer ante un caso como éste o no leyó ese capítulo. Hace una llamada. Se me acerca y hace una oferta.

Como es obvio esa misma noche el colchón (uno mejor, más cómodo y caro) está bien instalado en mi cama, duermo feliz, ahora tengo dos lámparas nuevas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

-Mi problema es que hace una puta semana compré un puto colchón y la vendedora con sonrisa de puta me dijo que me llevarían mi puto colchón esa misma puta noche, espere toda esa puta noche parado como puta sin clientes y nunca llego nada, así tengo una semana, y como no puedo dormir en ningún puto lugar y mi colchón no llega nunca, pues decidí venir yo por el puto colchón a esta puta tienda.


Jajajaja