jueves, 17 de septiembre de 2009

A SOL LA BARRA

Luego de varias noches de postergar nuestra incursión a los antros del Centro de Lima, hoy nos decidimos a hacerlo. Yo ya había ido alguna vez junto a mis amigos a ver ese grotesco espectáculo pero ella, como era de esperarse, no lo había hecho jamás.

Tomamos un taxi que nos deja en un estratégico lugar que nos permite observar y elegir a cuál ingresar, el grito de los jaladores es el mismo en todos los locales: "A sol la barra, a sol la barra, media hora de chicas lindas".

-Vamos a cualquiera de una vez que me estoy poniendo nerviosa.
-Elige tú.
-Te dije que cualquiera.
-Ok.


Ingresamos al que nos queda más cerca, pagamos dos soles por cada uno ("a sol" es sólo una estrategia de márquetin, una manera de jalar gente porque el verdadero precio es de dos soles). Ni bien ponemos un pie dentro nos recibe un golpe de calor acompañado de un olor pesado, nauseabundo.

-Carajo, ¿no dices que conocías? de todos los locales me vienes a meter a este que huele a mierda.
-Que feo huele, parece que se hubiera muerto un burro.
-Y que los demás burros del mundo han venido a su velorio.


De pronto las luces se encienden y podemos ver los rostros de varios de los asistentes: son caras sudorosas, excitadas, hambrientas. Están sentados alrededor de la barra que tiene forma de U. Se excitan más al darse cuenta de mi compañía -una guapa chica que contrasta su belleza con aquellos personajes grises, cetrinos, perdedores- de pronto sus miradas nos caen encima como flechas. Ella parece sentir el impacto de esos morbosos ojos, se coloca delante de mí y me pide que la cuide.

-Pero no me puntees nomás.
-¿Total? esos son los riesgos de cuidarte pues, además es mejor punteador conocido que desconocido.


Me da un codazo y me deja sin aire. Las luces se apagan, una voz que no sabemos de dónde viene (yo juro que viene del más allá y ella jura que viene del baño), anuncia el comienzo del "show", dice que la primera en aparecer es "Rihanna". Empieza a sonar una canción del viejo Joe Cocker, un haz de luz ilumina el centro de la barra y aparece una chica de mal aspecto, llena de tatuajes y cada vez que la luz le da de lleno, deja ver sus interminables estrías y sus carnes fofas colgándole por todos lados, a pesar de todo eso los parroquianos no dudan en tocar a la chica apenas se les acerca, incluso más de un avezado alcanza a darle un beso donde le caiga. El espectáculo es en verdad repelente, asqueroso, desalentador. Luego le siguen dos chicas cada cual peor que la anterior.

La voz invisible incita al público a consumir cerveza y luego anuncia el espectáculo principal de la noche: "El gran David". En ese instante hace su aparición sobre la tarima David, que es un enano (algo más de un metro aproximadamente). Sólo trae una pequeña tanga apenas visible en la media oscuridad, detrás suyo aparece otra chica que parece clonada de las demás: ausente, fofa, celulítica, sin gracia. La música suena y David se desprende de la tanga y deja expuesto su sexo enorme, brutal. Un grito de sorpresa estremece el local, luego le siguen unas risitas cómplices y al rato todo tipo de bromas ("guarda que esa cosa pica a alguien", "éste se la sacude con los pies", "ponle bozal a tu serpiente", "cuidado que te muerde la oreja")

-Mierda Jimmy, ¿será de verdad?
-Agárralo para que certifiques.
-Agárralo tú.
-Yo no soy el de la duda.
-Pero mira, ¿será de carne y hueso?
-De hueso lo dudo mucho, de carne pues seguro que si.


Vuelvo mis ojos a la tarima, de pronto David, haciendo unos movimientos felinos, ha doblado y sometido a la chica y la penetra una, dos, tres veces, para el delirio del público que le da ánimos y se muestra jubiloso. La música acaba y el show también. David y su acompañante se detienen de golpe, como si los desconectaran. Ambos recogen sus trapos y se van de lo más normal, sin hacerle caso a las bromas ni manos que los tocan por todos lados. El locutor nos dice que el show ha terminado y que sólo pueden permanecer dentro los que compraron cerveza. Nos miramos y decidimos irnos.

-Pensé que sería más divertido, ¿qué tiene los hombres en la cabeza?, ¿qué le ven de bueno a una tipa mofletuda y con más estrías que la panza de una madre de mil hijos?
-Ni idea, cada quien con su gusto, cada loco con su tema o cada tema con su loco, allá ellos.

La abrazo, ella mete su mano en mi bolsillo trasero. Nos vamos caminando y siento su mirada traviesa.

7 comentarios:

Unknown dijo...

asu, que le ven los hombres a este tipo de espectáculos?? Lo de las tipas mofletudas y con estrías bailando aquella canción de Joe Cocker me parece feo, pero ya lo del enano como que es muy decadente, muy El Príncipe de Maquiavelo. Yo paso totalmente.
besitos,

Jimmy dijo...

Y eso que el enano era el plato de fondo, jeje.

Fresita dijo...

Porq no me llevaste a mi yo lo hubiera agarrado para ver si era de verdad :p .. esteem digoo ste post tamen ya lo lei :X jajaaja xD!

Besos ahi en tu p.....
.... pierna xDDDD jaajaja

Jimmy dijo...

La próxima te invitamos en calidad de notaria. Mi pierna te agradece los besos.

arena dijo...

que cosas no? en el centro se ve todo...yo estudio cerca de ahi y se ve cada cosa...
ese enano: lo que no tiene en estatura lo tierne en... ya sabes ..

saludos a ti y la mirada traviesa de tu amiga

Jimmy dijo...

Maldito enano! jajajaja.

jhoelllzonoro dijo...

olaz buenaz con todoz...juztamente me hicieron recordad la primera vez ke fui a una barra el mismo show lo vi yoo eso ke fue hace 7añoz o maz creoo .. x cierto este tambien es tu blog jimmy x ke veo post similarez aka .. bueno chaooo